25 de septiembre de 2011

Madurar es cuestión de amor propio

Crecer se trata de madurar. Se trata de dejar las niñerías atrás, y empezar a comportarse como adultos, tomando ciertas responsabilidades y asumiendo nuestros roles en la vida.
Hay momentos en la vida en los que nos vemos OBLIGADOS a madurar y esos son los que nos definen como personas. Pero en general, madurar lleva tiempo, y personalmente creo que nunca dejamos de madurar y aprender.
Yo siento que parte de mi proceso de madurez, es dejar atrás algo que me reprime y que define (hasta ahora): MI ORGULLO.
Este pequeño GRAN detalle me ha causado incontables peleas con muchas personas, he perdido oportunidades, me he quedado sin decir muchas cosas que he querido decir y ahora me está causando un daño increíble.
He llegado a darme cuenta que uno no puede ser orgulloso y esperar a que los demás siempre cedan.
Yo sabía que con el tiempo, la burbuja en la que vivía iba a reventarse. Antes vivía engañada, pensando que estaba bien y que no iba a tener problema alguno siendo orgullosa.
Tal vez darme cuenta que siempre espero demasiado de los demás me hizo recapacitar. Finalmente logré que mi cerebro haga CLICK y me diga: OYE TU, ESTÚPIDA, ASÍ NO VAS A LLEGAR A NINGUNA PARTE.
Es obvio que de un día para el otro las cosas no van a cambiar radicalmente, pero comenzaremos con cosas pequeñas. Pequeños movimientos para ser cada día mejor. No espero ser perfecta, ya lo he dicho antes, pero espero ser la mejor persona que pueda ser
Hope you like it.
xoxo

1 comentario: